Walter Meyer, fundador de Onlineprinters, ya no está al disponible para los medios. Pero ha hecho una excepción para nuestra revista, con motivo del decimoquinto aniversario de la empresa. Nos cuenta cómo fue creciendo la empresa paso a paso hasta llegar a ser una de las tres imprentas online más grandes de Europa, facturar 200 millones de euros y abastecer a más de un millón de clientes.
Ya hace más de un año que Walter Meyer se apartó de la actividad cotidiana. Como socio del Grupo Onlineprinters interviene en el consejo asesor, impulsa la estrategia y la orientación de la empresa de comercio electrónico. Ya no ocupa su oficina personal en el antiguo edificio administrativo de la empresa. Y la dejó porque, si bien el año pasado la empresa se mudó al moderno edificio de la nueva sede central, el espacio disponible es muy escaso, dado que Onlineprinters continúa creciendo.
El comercio electrónico le imprime éxito al sector
Cuando el viernes 26 de abril de 2019 por la tarde se acerca para ser entrevistado; de camino a la sala de reuniones, pasa frente a su antigua oficina. La puerta está cerrada. Golpea antes de entrar, para después constatar sorprendido: «Todo sigue igual. Esta fue mi oficina durante veinticinco años». Casi se puede escuchar la nostalgia.
Vuelta a la escuela tras su formación profesional
Aquí, en el área de oficinas de la «Planta 1», nace la historia de Onlineprinters. En una oficina («estrictamente separada de la empresa paterna», subraya Walter Meyer) comienza en 2004 una tienda online para el mercado alemán con el dominio www.diedruckerei.de. Para ello, funda una empresa por separado y recibe de su padre Erwin Meyer algo de capital inicial y un espacio de trabajo.
La Planta 1 de Onlineprinters era originalmente el edificio erigido por Erwin Meyer en 1992 para la empresa «Druckerei und Verlag E. Meyer GmbH», cuando las instalaciones en la ciudad de Neustadt an der Aisch se volvieron demasiado pequeñas. Allí, el tipógrafo de oficio ya había fundado una imprenta en 1984; un joven Walter Meyer ya se había familiarizado con sus procesos. Todavía en la escuela, ya estaba junto a las máquinas de la imprenta.
Por ello, una vez concluida su escolarización le pareció lógico realizar una formación profesional relacionada con el arte de imprimir. Entonces se decidió por la impresión offset, si bien le interesaba más lo comercial. Pero esa área ya estaba cubierta por su hermano mayor. «Además», admite entre risas, «por aquel entonces mis notas eran bastante bajas». Walter Meyer llevó a cabo su formación en una imprenta en Núremberg (Alemania) que realizaba los encargos más grandes para la empresa de su padre. Cuando decidió acortar su formación, su jefe hizo notar lacónicamente en el certificado de fin de estudios, que lo hacía por su propia voluntad, para dedicarse a «tareas más elevadas». De hecho, Walter Meyer tenía la intención de volver a las aulas y hacer la selectividad.
Proyecto de obra con prioridad
Pero, tras tan solo tres meses, resultó evidente que ese plan no tenía futuro. Tras la selectividad no pretendía seguir estudiando, sino trabajar en la imprenta. Por aquel entonces pensó en la posibilidad de adquirir otra imprenta, precisamente, aquella en donde Walter Meyer había realizado su formación, pero la operación no llegó a buen puerto. También el intento de obtener la selectividad fracasa por falta de tiempo, dado que entonces se funda la imprenta y editorial Druckerei und Verlag E. Meyer GmbH. Era 1991. Ya en ese entonces, Walter Meyer se convirtió en gerente.
Entonces comenzó el proyecto de obra en el terreno de la actual «Planta 1». La adquisición del terreno, la construcción del edificio y la adquisición de maquinaria para imprimir implicaban una gran inversión para esta familia de empresarios. Lo primordial era el aprovechamiento de las máquinas. Los dos hermanos Meyer recibieron las tareas, conjuntamente con un empleado de distribución. Cuando en 1994 el hermano mayor fallece en un accidente de tráfico, recae aún más responsabilidad sobre los hombros de Walter Meyer. «A menudo me despertaba en mitad de la noche bañado en sudor», cuenta Walter Meyer. En el año 2000 ya trabajaban 40 empleados en la imprenta. Perder uno de los grandes clientes habría implicado una amenaza para la existencia de la imprenta.
Para aprovechar las máquinas, la empresa no solo imprime documentos de marketing y publicidad, sino que además alquila capacidades de maquinaria por horas. En particular, el área de negocios de trabajos a pedido para otras imprentas se fue haciendo cada vez menos atractivo. «Uno de estos clientes primero redujo a la mitad los precios por hora, después nos exigió que asumiéramos los costes de la tinta», recuerda Walter Meyer, a quien incluso años después se le nota el enfado. Además, el desafío era aprovechar las máquinas, pero sin sobrecargarlas. «A veces había otros pedidos de clientes que debían esperar», nos cuenta Walter Meyer, que ya sabía que se debía ocupar del futuro de la empresa. La digitalización ya estaba poniendo en problemas al sector de la impresión. Muchas imprentas se vieron obligadas cerrar. Una tendencia que se mantiene hasta el día de hoy, aunque las ventas de los últimos años no hayan disminuido mucho.
La entrada en el comercio electrónico
Uno de los clientes que también compraban volumen de impresos en la imprenta ya trabajaba con el procedimiento de impresión colectiva. En una plancha de impresión se colocaban pedidos de diferentes clientes y después se imprimían juntos. Esto no solo ahorraba tiempo, sino que además reducía los costes de fabricación de manera drástica. El principio funcionaba, y Walter Meyer tuvo la idea de utilizar incluso Internet como canal de distribución. Le encargó a una agencia especializada en Internet el diseño de una tienda online, y pronto se dedicó a vender impresos a través de Internet. Se contrató a los primeros empleados para el sector online. Fueron responsables del desarrollo de un flujo de trabajo y de la automatización de los procesos. Walter Meyer se concentró principalmente en el cálculo de los precios y en la incorporación de más productos a la tienda.
La publicidad por correo trae la consagración
Mientras que muchas otras imprentas consideraban que Internet era el enemigo, ya que los presupuestos de publicidad iban pasando de lo impreso a lo virtual, para la imprenta mediana de Walter Meyer se convirtió en el mejor aliado: y es que la tienda pudo recibir pedidos de toda Alemania las veinticuatro horas del día, incluso los fines de semana. Pero tampoco en Internet puede funcionar un negocio sin publicidad. Ya existían los motores de búsqueda, pero todavía no tenían tanta importancia como soportes publicitarios. Así que, nada mejor para una imprenta que enviar publicidad por correo a potenciales clientes. Una postal enviada a 5.000 destinatarios trajo consigo una avalancha de pedidos a través de la tienda online. El argumento más convincente entonces fue el bajo precio que se podía lograr mediante el eficiente procedimiento de impresión colectiva. Este procedimiento hizo posible, por primera vez, ofrecer también tiradas pequeñas a precios accesibles.
Los sistemas de tienda virtual en sus inicios no eran tan cómodos como los de hoy. Al principio era necesario emitir las facturas una por una al caer de la tarde. Solo más adelante tuvo lugar la facturación mediante el software de la tienda online. Al contrario de lo que sucede en el negocio de impresión tradicional, ahora ya no había un plazo de pago, por el contrario, el cliente debía abonar por adelantado y solo entonces se ponía en marcha el proceso.
Al principio, los clientes solo podían realizar pedidos de impresos clásicos. Pero ya en 2005 las revistas se abrieron camino en la tienda online. Desde entonces han significado un importante porcentaje de las ventas. A Walter Meyer todavía se le nota la alegría por la exitosa introducción de las revistas: «Antes, cuando un empleado de distribución aparecía con un pedido de revistas, ¡hacíamos una fiesta! Pero de repente se pudo adquirir este importante producto también a través de Internet», nos cuenta radiante.
Con cada paso evolutivo fue creciendo la empresa, y los pedidos desde el extranjero tampoco se hicieron esperar. Pero esto hizo necesario seguir desarrollando la marca, puesto que la denominación alemana «diedruckerei.de» no funcionaba en países de otras lenguas. Por ello, que los clientes del extranjero conocen a la empresa por la marca Onlineprinters. Con el lanzamiento en 2009 de una tienda online en lengua inglesa y otras tiendas nacionales para Francia y España en 2011 se marca otro importante hito en la historia de la empresa. La internacionalización, con diversas tiendas nacionales, se acelera y se va incorporando más clientes potenciales. Hoy en día, el porcentaje de ventas del Grupo Onlineprinters en el extranjero es de un 75 por ciento.
La internacionalización implica invertir en formación
«Aquí imprime Europa» fue entonces el eslogan de la página de Internet. De hecho, casi desde el principio los clientes de los diversos países europeos realizaban sus pedidos en diedruckerei.de, más adelante a través de la tienda online en lengua inglesa con un dominio .com. Muy pronto, Walter Meyer apostó de manera muy consciente por la internacionalización, para poder aprovechar las máquinas también en días festivos y, eventualmente, compensar crisis coyunturales en determinados países. A partir de 2010 siguieron abriéndose más tiendas nacionales. El negocio con clientes en otros países puede presentar dificultades para muchas empresas. En este aspecto, Onlineprinters tampoco fue una excepción.
El patrocinio de deportes aporta un mayor alcance
Primero se apostó por concentrarse en la construcción de diedruckerei.de, la marca alemana. En 2008, un poco por casualidad, la empresa entra en la publicidad deportiva. Walter Meyer anuncia la empresa en vallas publicitarias durante un partido de la Copa de la UEFA y queda entusiasmado por el alcance conseguido. «Al día siguiente, varias personas me llamaron para comentarme que habían visto nuestra publicidad en televisión. En aquel entonces, las vallas publicitarias eran algo diferente a las de ahora, que son bastante confusas». Una ocasión similar se presenta en una oferta a corto plazo con publicidad en boxeo. Al ofrecerle unas buenas condiciones para publicitar en un combate de boxeo de Klichko, aprovechó la oportunidad y también tuvo éxito.
Los premios atraen inversores
La obtención de premios como el European Business Award en 2011 llama la atención de empresas de capital de riesgo y también de grandes empresas de medios de comunicación, que se fijan en esta empresa alemana. «Las empresas de medios querían adquirir el cien por cien de mi empresa, yo no quise, quería seguir participando», manifiesta Walter Meyer. Además, ofrecían algo que la empresa no necesitaba, a saber, capital de trabajo. «Ya estábamos en una situación confortable, porque contábamos con suficiente liquidez, ya que nuestros clientes pagaban por adelantado».
Pero llevamos a cabo conversaciones con todos los interesados. Finalmente, tras largas negociaciones, en 2013 se aceptó la propuesta de un inversor de los Estados Unidos. Conjuntamente abrimos varias tiendas nacionales y establecimos nuevas estructuras que permitieron a la empresa continuar creciendo. Con el Dr. Michael Fries, Walter Meyer cuenta, desde 2014, con un segundo gerente a su lado que aporta la necesaria experiencia en marketing y en el sector.
Tras 15 años un grupo empresarial
En 2016 otro socio mayoritario aporta capital «paciente». También hay otro inversor «operativo» a bordo. Walter Meyer aprovecha estos cambios para retirarse poco a poco de la actividad cotidiana, pero continúa como socio y acompaña a la empresa en su camino hacia su formación como grupo empresarial. Simultáneamente, y en poco tiempo, se adquieren, con la imprenta online británica Solopress y el líder del mercado escandinavo LaserTryk, dos sociedades que se logran integrar con éxito; y que, al igual que Onlineprinters, celebran sus aniversarios: LaserTryk cumple 20 años y Solopress, 15. En la actualidad, el Grupo Onlineprinters es dirigido por el triunvirato integrado por el CEO Dr. Michael Fries, el CFO Dirk A. Müller y el CCO Christian Würst.
De tienda a plataforma
Mediante un modelo de negocio de comercio electrónico, Walter Meyer ha dado perspectivas de futuro a lo que era una empresa orientada al producto, y contribuyó a cambiar al sector de la impresión online de manera decisiva. Hoy en día, Onlineprinters se encuentra entre las 3 imprentas online más grandes de Europa, el grupo empresarial regenta docenas de tiendas nacionales y abastece a más de un millón de clientes en un total de 30 países. El Grupo Onlineprinters cuenta con 1.500 empleados, los cuales elaboran juntos hasta 10.000 pedidos diarios.
La empresa se está convirtiendo en una plataforma en la que los clientes no solo pueden adquirir los clásicos productos impresos, sino también artículos publicitarios y textiles.
Consejos para fundadores y autónomos
«Mi principal consejo es: siempre mantener los costes bajo control y nunca sobreendeudarse. Si no funciona de la manera que se espera, es preferible retirarse a tiempo y probar con algo nuevo, o bien, volver a un empleo estable».
Fuente de imagen: Onlineprinters GmbH